El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran insensatas y cinco, prudentes. Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron de aceite.”
Mateo 25:1-3 NVI
Las vírgenes sensatas eran unas mujeres llenas del Espíritu Santo, que esperaban ansiosas el regreso de su novio. Eran mujeres avivadas, así como lo fue María cuando limpiaba sus cabellos a los pies de Jesús. Una adoración extravagante, genuina y llena de Él.
La virgenes insensatas eran mujeres que conocían a Jesús, pero que no estaban llenas del Espíritu Santo. Vivían afanadas por el día a día, las preocupaciones, estaban agotadas, y desanimadas. Tenían mucha actividad y poca presencia. Por eso cuando Marta tenía a Jesús en frente se molestó al ver a su hermana a los pies del Señor sin hacer nada. A Marta le faltaba más intimidad, presencia y desbordar Su corazón ante Él.
Jesús quiere que te llenes en Su presencia. Sé genuina y búscalo en todo tiempo, no dejes que los afanes te roben la mejor parte.
El Rey David sabía muy bien que era adorar con toda su alma, con todo su corazón. A pesar de que falló y pecó él sabía a dónde podía ir.
Oración: Señor, hoy reconozco que necesito más de tu presencia cada día. Perdóname las veces que he estado alejada de ti. Te pido que por favor me limpies, me purifiques y me renueves. En el nombre de Jesús, ¡Amén!